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miércoles, 24 de abril de 2013

Apuesta por el Rock'n'Roll


“La música expresa lo que no se puede poner en palabras y no puede permanecer en silencio”

 
Hoy tuve una regresión a mis trece años, cuando mucho de las cosas que hacía era escuchar música; si me ponía a lavar los trastes, barrer, trapear o hasta bañarme, lo hacía con música... recuerdo que mi papá por ese entonces me había regalado una grabadora, era de color negro, larga, no muy pesada... tenía para dos casettes, radio AM/FM, me la había comprado en esos viajes a Laredo.

 
En ese entonces tenía algunos casettes de mi música favorita, tanto rock en inglés como rock en español, y una de mis bandas favoritas era Soda Stereo, crecí escuchando lo que para mí era buena música, no que ahora, mejor ni hablemos.

 
Era música que te hacía sentir, que te inspiraba, que te transportaba, agregándole que era amena y divertida. Yo veía a Saúl Hernández, Enrique Bunbury y Gustavo Cerati como grandes exponentes de la música, grandes cantautores.

 
Siempre fui una niña adolescente solitaria, reservada, muy en su mundo, explorando mi propia creatividad y la de otros. Era muy o demasiado misántropa, no rebelde, más si muy en lo mío. Defendiendo mis convicciones.

 
Mientras mis compañeras de secundaria eran unas niñas precoces, yo prefería estar en el mundo del arte. Para mí era un gran éxtasis escuchar un buen acorde de guitarra, una buena letra de canción, una poesía... ellas, mis compañeras, cerradas de mente, creían que un pene de un todavía no hombre era todo en la vida. Como decía mi mamá o el maestro “Brutus” de Educación Física “todavía no se saben limpiar la cola, pero con mucho novio”.

 
Para mí era una frase medio tonta, pero pues se acercaba a la realidad. Yo en ese entonces no pensaba en novios. Claro, no voy a negar que me atraía un chico llamado, pero eso a que ya anduviéramos de novios, pues la verdad yo pasaba.

 
Veía a la especie masculina de mi salón de clases como niños, tratando de actuar como adultos, con una madurez que en realidad no teníamos. He ahí el montón de fracasos, los embarazos no deseados, la vida infeliz, y los hubiera...

 
Sí, hasta la fecha soy criticada por mi forma de pensar, o por mi manera de ver las cosas, dicen que soy muy “irónica”. En fin, hoy en día me doy cuenta que algunas veces sufrí de bullying, pues no me bajaban de nerd, hay que decir que tenía toda la apariencia, desgarbada, jorobada, muy blanca, con anteojos, con brakets, con una voz baja.

 
Pero esa era mi apariencia, muy en el fondo siempre fui muy egolatra, muy megálomana. Me siento bien, de haber sido siempre yo, de no querer ser otra, de no ser con pensamiento común, de no ser como las demás.

 
Disfrutaba ver por la ventana a la gente que pasaba por la avenida, me gustaba estar en mi cuarto, estar en el interior para observar y analizar el exterior. Fueron años de exploración interna, de quien era, qué quería, de soñar, nunca dejé de soñar.

 
Mientras muchas de mis compañeras de Secundaria se la pasaban en las discos de ese entonces, en andarse besuqueando por las esquinas, en probar niños, viernes y sábados yo tenía una cita con un programa que me encantaba, nunca me lo perdía, tengo videos que grababa en un VHS, “Desvelados”, programa regiomontana que nos presentaba la música local, que le abría las puertas al rock en español y a grandes leyendas, a grandes grupos.

 
Para mí el rock era como un viaje a lugares hermosos, una inspiración hacia el arte, hacia lo creativo, lo humano, explorar lo que hay en la mente y el corazón.
 
 
 
 

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