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jueves, 6 de junio de 2013

¿Qué es el amor a final de cuentas?


Estos días han sido difíciles para mí, quizá soy fuerte o tal vez porque he aguantado, no lo sé, sólo el pensar en mi hija me hace feliz y sacarle adelante. Por razones personales, tuve que dejarla 4 días en casa de mi madre, razones de fuerza mayor y razones de trabajo. Son cuatro días que me han parecido eternos, pero si he mantenido mi equilibrio es por ella. Nunca se va a comparar el amor de una madre con el amor de mujer. No entiendo porque muchas mujeres prefieren un hombre, tener un hombre para sentirse completas. Yo me siento completa con mi hija. No sufro de amor, tengo un buen novio a mi lado que es padre de mi hija, quiere casarse, comprometernos ante Dios y ante la sociedad. Pero como yo ya estuve casada con otro hombre y no me fue bien, pues eso del matrimonio no se me da de nuevo. Así que prefiero no comprometerme sino llevar las cosas sin forzarlas. Mi burbuja sobre el amor se me quebró, quizá por eso soy demasiado fría en ese aspecto, bueno, me volví así... porque yo no era así. Yo esperaba mucho del amor, esperaba mucho de un hombre. Quería que me amaran con todas sus fuerzas, quería ser la única en sus pensamientos, quería ser respetada en todo sentido, creo que me dejé llevar por mis historia de libros, sobre amor ideal. Idealicé a mi hombre y eso me llevo al fracaso, a vivir una desilución amorosa. Porque no hay hombres así, sólo son personajes sacados de la cabeza de un escritor. Ahora cualquier hombre te dice te amo sin conocerte, toman a la ligera las palabras de amor, que uno cree que son fuertes. Los hombres se enamoran y se desenamoran tan fácilmente. Coquetean en casa esquina. A mi me han sido infiel, y eso me deprimió y dañó mi autoestima. No vivo por el amor de un hombre. Conocí el amor de Dios y la vida me regaló un amor para toda la vida.



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